Martín Landaluce quiere tomar el futuro con sus manos Con apenas 19 años, la Caja Mágica conoció este jueves la ilusión de un jugador seguro de sí mismo.
El madrileño quedó apenas a un punto de derrotar a Cameron Norrie, un antiguo Top 10 mundial con hechuras firmes para la tierra batida. En una de las grandes batallas de la jornada, el británico venció 7-6(4), 5-7, 6-4 salvando una pelota de partido que puso en pie al Estadio Arantxa Sánchez. A pesar de la derrota, el Mutua Mutua Open se enamoró de un jugador con el talento para llevar su tenis a la zona noble del ATP Tour.
“Ha sido un partido muy bueno”, reconoció Landaluce, orgulloso de la entrega mostrada en la tierra batida. “Creo que he demostrado un gran nivel de principio a fin. He tenido que lidiar con muchas situaciones, tanto físicas como emocionales. He hecho un gran partido y no estoy nada triste. He hecho las cosas como las tenía que hacer. He llegado a tener bola de partido y la he jugado a mi manera. Hoy no se ha dado, pero se dará”.
Con esa mentalidad repleta de ambición camina el jugador español, uno de los #NextGenATP más prominentes de la actualidad. En una temporada preparada para su consolidación profesional, el madrileño presenta su discurso desde una perspectiva madura: dando más valor al planteamiento de juego sobre el resultado conseguido.
“He pensado en ser valiente, que es mi esencia”, explicó, tras jugar una derecha poderosa en el punto de partido que no logró convertir. “Ha sido un milímetro de tirarme más encima, de acelerar un poco la mano. Al final los partidos se ganan y pierden por detalles como ese. Yo sé que van a caer en poco tiempo así que no me preocupa”.
Como No. 148 mundial, las oportunidades de competir en torneos de calibre ATP Masters 1000 van cayendo a cuentagotas en sus manos. En su quinta participación en un evento de la categoría dorada del ATP Tour, Landaluce intentó extraer las lecturas más positivas posibles. Un camino hacia el crecimiento como corresponde a sus 19 años.
“Me llevo que estoy muy cerca de ganar partidos como este”, explicó. “De nivel tenístico estoy por encima de mucha gente y estoy muy cerca de hacer las cosas bien. Creo que físicamente tengo que seguir mejorando porque los partidos largos me acaban cansando y me ganan más por tema físico que por tema tenístico”, reconoció tras el ambiente vivido en Madrid.
“Ha estado muy bien. Lo he disfrutado, había familia que ha venido a verme. Aquí me animan mucho, estaban todos gritando mi nombre. Creo que es un plus de confianza y fuerza para asimilar el partido y los momentos difíciles. Ojalá pudiese tener esa afición en todos los partidos”.
Por encima de todo, Landaluce se reencontró con el cariño de la Caja Mágica por segundo año consecutivo. Un apoyo que ha dejado de ser presión para convertirse en una motivación mejor gestionada. Un combustible para pensar en nuevas oportunidades en una carrera con casi todo el camino por construir.
“Asumes una responsabilidad y no es fácil jugar con tanta gente que quiere que ganes y está ahí para ti. Ahora estoy siendo capaz de jugar con eso a mi favor. Realmente me ayuda y me hace sacar lo mejor de mí. Ahora he sido capaz de dar un paso en ese sentido y hoy me ha dado fuerza”.
El madrileño, que seguirá disputando Challengers antes de aterrizar en la arcilla de Roland Garros, dejó una cosa bien clara: el futuro del tenis español también estará en sus golpes.