Sebastián Báez camina por primera vez en la Caja Mágica de Madrid. En uno de los escenarios más prestigiosos del circuito, el talento es un arma fundamental para mantenerse con pie en el torneo. Pese a disputarse sobre tierra batida, el torneo se caracteriza por un ritmo vivo de pelota, una oportunidad que el argentino intenta suplir con una infernal velocidad de golpes.
El sudamericano inició este sábado su camino venciendo al estadounidense Marcos Giron por 3-6, 6-3, 6-4, desenredando un partido espinoso en una de las canchas exteriores del torneo, donde las estrecharas del perímetro dotan de una mayor importancia a la velocidad de decisiones.
En ese escenario de supervivencia levanta la mano Báez, un jugador decidido a hacerse notar en una de las citas más destacadas del polvo de ladrillo. Con una madurez total para compensar cualquier factor externo, el sudamericano dio el primer paso en la capital de España.
“Madrid tiene una altitud muy parecida a Chile”, explicó Sebastián, que mordió la línea de fondo para combatir el ascenso furioso que la pelota ofrece en la capital. “Puede ser algo más seco, pero son unas condiciones que son buenas para jugar. Por ese lado lo veo como algo que está ahí, no lo voy a poder controlar ni manejar. Hay que aprender a jugar con lo que se tiene”.
En sus partidos hay un ambiente especial en el ambiente. Alguna bandera albiceleste asoma entre las gradas, no cuenta encontrar grupos de compatriotas alentando con fuerza y, en la lejanía de Europa, la comunión cultural siempre está presente.
“Compartimos el polvo de ladrillo. Eso es lo que más nos une, más allá de toda la historia”, reconoció Báez, que nunca antes había competido en Madrid. «Me siento cómodo acá. Hay mucho argentino y eso también hace que esa comodidad dentro de la cancha y ese aliento me impulse a sacar un poco más”.
Ese plus será necesario para Báez, que buscará una plaza en los octavos de final ante el ganador del duelo que cerrará la jornada masculina entre el austriaco Dominic Thiem, dos veces finalista del torneo, y el griego Stefanos Tsitsipas, uno de los grandes candidatos a levantar la copa en 2023.
