Sara Sorribes ha vuelto a ilusionar a la afición española un año más con una victoria realmente trabajada sobre Victoria Azarenka, por 7-6, 6-3. La que llegara a ser finalista del Mutua Madrid Open en dos ocasiones (2011 y 2012), partía como favorita en un principio, pero la mentalidad ganadora de Sara, que mostró durante las más de tres horas de juego, acabó tirando por la borda los destellos de calidad aún presentes en el tenis de Azarenka.
La tenista de Castellón, pese a romper el servicio en el primer juego, fue de menos a más en el partido, consiguiendo desquiciar a la rusa al luchar cada punto. Las piernas de Sara obligaban a su rival a ajustar mucho en sus tiros y fue cometiendo errores progresivamente. De hecho, tal fue la desesperación que recibió un warning en el 5-4 del primer set por arrojar la raqueta contra el suelo. A continuación, Sorribes tuvo la opción de llevarse el primer parcial al saque, pero perdió el juego para acabar rematando la faena en un tie break impoluto (7-0).
Tras el paso por banquillos se entró en una espiral de pérdidas de servicio que duró hasta el dos iguales. La tensión era máxima y el factor de la localía resultó fundamental para Sorribes, como comentó en zona mixta: “Creo que jugar en altura me va bien, el público me apoya y me cuida un montón y me siento super querida”.
En octavos de final se citará con Iga Swiatek, actual No.1 del mundo y tricampeona de Roland Garros, sobre la que ha dejado las siguientes palabras: “Tiene una gran intensidad, siempre coge la pelota arriba y se deja espacio para salir hacia delante. Quizá si consigues jugar un poco con ella tienes alguna opción, pero te genera mucho estrés todo el rato, por eso creo que tiene resultados tan abultados”.