Los campeones escriben historias sin precedentes y Carlos Alcaraz tiene un lapicero en las manos. El español abrió este viernes su participación en la Caja Mágica, donde aspira a convertirse en el primer jugador capaz de conquistar tres ediciones consecutivas del Mutua Madrid Open. Con apenas 20 años, el murciano sostiene sobre sus hombros una responsabilidad inmensa: ser el hombre a batir en uno de los torneos más prestigiosos del circuito.
El No. 3 mundial descifró su primer partido en el Estadio Manolo Santana, superando por 6-2, 6-1 al kazajo Alexander Shevchenko con una energía contagiosa. En un partido repleto de ímpetu, con la pista principal atenta a uno de sus principales favoritos, Alcaraz se llevó un pulso que fue un reingreso en el circuito. Aunque dejó escapar una rotura en ambas mangas, el empuje del español fue suficiente para cumplir el primer objetivo.
“Ha sido un mes duro para mí, de incertidumbre sin saber cuándo voy a volver. A este torneo también venía con muchas dudas. Vine aquí a hacer mi primer entrenamiento y no sabía si iba a poder jugar. Hoy lo prioritario era ver cómo me encontraba en un partido exigente de Masters 1000. Las sensaciones han sido buenas y creo que he jugado a un nivel bueno a pesar de venir sin ritmo. Estoy contento y para mí es un placer jugar de nuevo en Madrid”.
La presencia de Alcaraz en Madrid se observa con una atención especial. Una lesión en el pronador de su brazo derecho frenó en seco el guión sobre arcilla del español, forzado a renunciar en Montecarlo y Barcelona antes de tocar la superficie en la capital española. Después de 26 días apartado de la competición, el vigente campeón apareció en la Caja Mágica con una malla blanca del hombro a la muñeca, forrando unos golpes que nadie ha logrado detener en los últimos dos años en este escenario.
El murciano tuvo que contener la dureza de su derecha, atemperando un golpe con el que priorizó los cambios de ritmo a la fuerza pura. Fuera de su repertorio habitual, Alcaraz supo adaptarse a las circunstancias para garantizar su supervivencia en el estreno y asegurar una nueva oportunidad en la arcilla madrileña.
“Es algo que tenía que hacer hoy. La derecha vengo sin poder apretarla al 100% como a mí me gustaría. Juanki [Ferrero] siempre me decía que jugara suelto, hacia delante. Eso es lo que estoy haciendo con la derecha. Llevaba un mes entrenando solo de revés, así que creo que hice un partido de revés espectacular y también con las dejadas. Todo lo que he ido entrenando hasta el día de hoy lo he hecho espectacular. Con la derecha, con cambios de ritmo he completado un buen partido”.
En la defensa del trofeo Alcaraz encontrará una barrera interesante. El español disputará la tercera ronda del Mutua Madrid Open ante el brasileño Thiago Seyboth Wild, un jugador que rozó la segunda semana de Roland Garros el pasado año y al que nunca ha enfrentado en el circuito. Lejos de ser un desconocido para el vigente campeón, Carlos está bien advertido del reto que encontrará al otro lado de la cinta.
“Lo he visto muchas veces”, advirtió el español. “Es un jugador muy agresivo, muy peligroso. Tiene un nivel muy alto y viene ganándole a gente buena. Vamos a ponernos las pilas. Yo quiero seguir pasando rondas en Madrid, seguir disfrutando del público, de jugar en esta pista. Voy a dar el 100% y veremos qué tal”.