La vitola de vigente campeón no asegura un camino tranquilo en el Mutua Madrid Open. En un torneo donde parece una quimera proteger la corona, Carlos Alcaraz inició la defensa del trono con un partido no apto para cardíacos. El murciano tuvo que atravesar un debut dramático antes de recuperar su amplia sonrisa en la capital española.
El No. 2 del Pepperstone ATP Rankings remontó por 2-6, 6-4, 6-2 al finlandés Emil Ruusuvuori tras dos horas y 14 minutos de esfuerzo sin tregua. En un partido donde sufrió para encontrar la soltura habitual en su juego, el español exhibió una capacidad innata de supervivencia para atrapar una valiosa victoria.
Antes de sellar su pase a la tercera ronda del torneo, Alcaraz tuvo que apartar los pies del desfiladero. El pupilo de Juan Carlos Ferrero llegó a manejar un marcador límite, con 2-4, 2-3 15/40 ante un Ruusuvuori que se animó con todo. El finés conectó dejadas, soltó su derecha y endureció un servicio de acero para desafiar la autoridad del máximo favorito local.
«Ha sido muy duro. Diría que estuve a punto de perder», reconoció Alcaraz. «Ha dependido de un punto. Una de las pelotas de rotura que tuvo con 2-3 en el segundo set fue como un match point para él. Estoy muy contento por haber podido salvar ese juego y recuperarme. Ha sido complicado. Emil ha jugado increíble, pero estoy muy contento por haberme clasificado».
Frente a la adversidad, cuando el Estadio Manolo Santana entraba en silencio, surgió el punto de inflexión del partido. Alcaraz resistió en un juego dramático, levantando cinco pelotas de rotura para poner el 3-3 en el marcador. Allí apareció por primera vez un grito del murciano, un puño de ambición al cielo y el calor de un graderío que había quedado aletargado.
«Cuando he llegado el 3-3 en el segundo set, pensé que allí estaba mi oportunidad», reveló Alcaraz. «Intenté aprovecharlo. Estaba muy, muy concentrado. Traté de meter cada pelota y correr en cada punto. He tratado de jugar con una buena actitud en todo momento y he sido capaz de remontar».
En un pulso alejado de su mejor nivel, Alcaraz rompió a Ruusuvuori en el séptimo juego del set y se lanzó a la conquista del partido. El primer cabeza de serie cerró la segunda manga y no tardó en abrir la brecha en el tercero. Dos roturas en las faldas del set dispararon 4-1 a Carlos, capaz de cerrar a toda velocidad lo que nació como un encuentro trabado.
La misión en la Caja Mágica continuará el domingo para el primer cabeza de serie. Alcaraz buscará una plaza en los octavos de final ante el antiguo No. 3 mundial Grigor Dimitrov, vencedor este viernes por 7-6(6), 7-6(2) ante el francés Gregoire Barrere, al que domina por 1-0 en el historial ATP Head2Head tras batirle bajo la cubierta del ATP Masters 1000 de París en 2022.
La victoria de Alcaraz en Madrid reforzó su capacidad para competir ante su público. El murciano, reciente campeón en el ATP 500 de Barcelona, ha ganado los últimos 16 partidos disputados en su tierra natal, convirtiéndose en uno de los jugadores más queridos por la grada española.