Cualquier gesto de Carlos Alcaraz desata grandes emociones en la Caja Mágica. El español, campeón en las últimas dos ediciones del Mutua Madrid Open, recibe esta temporada un cariño especial de los aficionados, que abarrotan entre vítores cualquier sesión de entrenamiento. Tras perderse por lesión el comienzo de la gira de arcilla, el murciano coloca en la capital española el escenario de su posible regreso a la competición. Un aliciente suficiente para convertir el ATP Masters 1000 en un auténtico hervidero a su alrededor.
“Quedan días para mi primer partido y hoy he entrenado con algo más de intensidad”, explicó Alcaraz, mientras intenta dejar atrás las molestias en el pronador de su brazo derecho, el percance que ha frenado en seco su temporada 2024. “Las cosas han ido bien y con buenas sensaciones. No me quiero precipitar diciendo que voy a jugar al 100% porque no quiero dar nada por hecho. Ahora mismo, con las mentalidad que llevo, con jugar aquí tres o cuatro partidos también estoy contento”.
En un escenario donde ya ha escrito una historia muy especial, Alcaraz sacó dos conclusiones en las entrañas de la Caja Mágica. Primero, que la cautela debe marcar los pasos en un cuerpo magullado. Segundo, que la adrenalina de la competición, ese alimento que le impulsa a buscar la historia en el deporte, compensará la espera que ahora mismo atraviesa.
“Me encanta competir y cada vez que me pierdo una competición me duele”, recordó el murciano, que ya acumula 25 días sin disputar un partido en el circuito. Una inmensidad para un jugador en pleno apogeo. “Quedarme en casa recuperando es una sensación dura para mí. Montecarlo y Barcelona son dos torneos muy bonitos, me dolió especialmente perderme este último. Pero soy una persona que siempre saca lo positivo, que intenta darle la vuelta a las cosas. Desde que decidí no ir a Barcelona comencé a tope la recuperación para ver si podía estar en Madrid. Tengo muchas ganas de volver a la pista, de jugar un partido oficial después de Miami. Tengo mucha ilusión”.
Puestos a soñar, la capital española presente un escenario icónico. Sobre la arcilla del Estadio Manolo Santana, en el día de su 18º cumpleaños, Alcaraz disputó su primer duelo ante Rafael Nadal. En la edición de este año, con ambos jugadores en pleno regreso al circuito, la ilusión de Carlos vuelva sin ponerse ningún límite lógico.
“Nos podemos imaginar muchas cosas”, sonrió el murciano. “Sería algo muy grande jugar una final con Rafa en Madrid. Mucha gente desearía ver ese partido, ojalá se dé. Pero el tenis es complicado, cada día te puedes sentir de una manera, cada partido es un mundo y nunca puedes dar nada por hecho. Él seguro que va a luchar cada partido, le hará ilusión volver a estar en una final en Madrid. Yo igual, voy a intentar estar a mi 100% y jugar a un buen nivel para tratar de llegar a esa final”.
Aunque la inercia del murciano diste de la encontrada en años anteriores, los récords le pisan los talones en Madrid. La posibilidad de levantar su tercer trofeo consecutivo en la Caja Mágica, algo sin precedente en la historia del torneo, ocupa las conversaciones por todos los rincones del torneo. Una realidad que no escapa ni siquiera al propio Carlos.
“No soy de mirarlo pero al final me llega. No me puedo evadir de ello. Una vez lo veo intento no prestarle mucha atención, que no se me quede en la cabeza. Son cosas muy bonitas que puedo llegar a hacer. Tener mi nombre siendo el primero en conseguirlo sería especial. Pero intentamos no prestarle atención y seguir día a día”.
En esa constancia deportiva, las figuras de Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas marcan ahora la delantera del ATP Tour. Noruego y griego coparon las finales de Montecarlo y Barcelona, repartiéndose las dos primeras grandes copas del ladrillo europeo. Un impulso que promete convertirse en una enorme barrera en Madrid.
“Ellos están en un momento muy bueno. Están en plena forma tras hacer final en dos grandes torneos de tierra. Se sienten con confianza y para mí eso es lo más importante, tener la seguridad de que vas a jugar a un buen nivel. Pero Sinner también está ahí en un momento buenísimo y hay jugadores que te pueden poner en problemas y más en Madrid con la altitud. Hay que saber adaptarse. Ellos dos y Sinner son ahora los jugadores a batir en tierra”.