El Estadio Manolo Santana pareció instalarse por momentos en el corazón de Buenos Aires. Con una grada repleta de banderas albicelestes, con cánticos que recordaron un ambiente porteño, Francisco Cerúndolo logró este martes un increíble billete a los cuartos de final del Mutua Madrid Open. El argentino derrotó al dos veces campeón Alexander Zverev (7-5, 6-3) por segunda edición consecutiva, subrayando su condición de candidato a todo en el ATP Masters 1000 de la capital española.
“Estoy muy contento porque sé que le encanta jugar aquí”, reconoció el sudamericano tras derrotar al principal cabeza de serie del cuadro. “Me lo dijo el año pasado cuando le derroté aquí en la Pista 2. Adora el Estadio Manolo Santana. Es mi primera victoria en esta cancha y me siento muy feliz. Sascha es un jugador increíble y tengo una gran relación con él. Siento mucha felicidad por lograr otra victoria y volver a los cuartos de final”.
Un día después del apagón que detuvo en seco el torneo, Cerúndolo se encargó de prender Madrid con una fuerza impecable. El argentino mostró su capacidad para mirar de tú a tú a los grandes jugadores del circuito, dejando en 15-15 su balance ante miembros Top 10 del PIF ATP Rankings a lo largo de su carrera. Toda una señal camino de las rondas que decidirán la gloria en la Caja Mágica.
“Creo que he mejorado mucho en mi regularidad, en mi capacidad para seguir peleando”, explicó Cerúndolo, convencido de poder remar en partidos donde los golpes no salen según lo esperado. “Si no estoy jugando bien, logro continuar e intentándolo una y otra vez. Creo que es algo que estoy haciendo mucho mejor este año. He aprendido a jugar mal, a ganar partido y tener la capacidad de sumar victorias sin hacer mi mejor tenis”.
Los resultados recientes coinciden con esa lectura, colocando al argentino entre los jugadores con más capacidad para encontrar soluciones sobre la pista. Fran es el jugador con más victorias sobre arcilla de la temporada (15) y apenas un triunfo le separa de liderar la clasificación de 2025, tomada por el australiano Alex de Miñaur y Carlos Alcaraz. Una cima que podría llegar atacando el trono en la capital española.
“El primer año que viene fue un desastre, no me gustaba nada”. El año pasado le fuimos dando la vuelta a jugar en altura, porque nunca me había gustado. Nuevamente estoy en cuartos de final pero creo que haciéndolo mejor que el año pasado. Me voy sintiendo más cómodo, un poco más confiado. Ganar un partido de esta jerarquía es muy importante para mí”.
“Acá la pelota vuela más. He logrado entender un poco mejor cómo poder controlarla. Soy un jugador que le pega fuerte a la pelota, que le gusta atacar. Fue comprender un poco cómo se juega acá en altura. Hay jugadores que juegan bien, que se apoyan mejor, el saque tiene más importancia,… He ido entrenando día a día para ir sintiéndome mejor”.
En una jornada donde cayeron grandes nombres, incluyendo al griego Stefanos Tsitsipas, tres veces campeón ATP Masters 1000 sobre arcilla, Cerúndolo mantuvo los pies en la tierra ante un supuesto favoritismo en sus manos. Lejos de entrar en una euforia, el sudamericano observó con respeto el plantel en la Caja Mágica.
“Hoy día en el tenis masculino está muy abierto, hay muchos jugadores que juegan bien. Puede haber algún favorito como Sascha, que es el No. 2 del mundo”, explicó. “Pero luego hay muchos jugadores capaces de ganar grandes torneos. Ahora jugaré con Mensik que viene de ganar Miami, es joven y muy potente, saca como una bestia. No me veo favorito en estos partidos, me veo 50/50. Tenemos un ranking parecido. El cuadro creo que está muy abierto, hay algunos que vienen con más confianza que otros. El nivel en general es muy alto entre todos los jugadores que quedan”.
Por encima de todo, Fran compite con la sensación de estar en un hogar. Un balance dentro y fuera de la cancha que promete lanzarlo en los partidos más importantes que están por llegar.
“Es el torneo en el que me siento más arropado al margen de Buenos Aires”, reconoció. “Amo Madrid. Es especial poder hablar en español durante algunos días. La comida es fantástica. Me encanta la ciudad, tengo muchos amigos acá. Es una buena combinación tener tiempo de calidad fuera de la pista, eso me ayuda a rendir mejor sobre ella”.
En Madrid, donde el ambiente albiceleste es ya permanente, el sueño de Cerúndolo brilla con una fuerza cada vez más fuerte.