Con mirada tímida y sonrisa nerviosa, Mirra Andreeva atiende a la prensa después de igualar su mejor participación en un cuadro WTA (cuartos de final) tras derrotar a Jasmine Paolini por 7-6, 6-4.
Nueve años de edad separan a la cumpleañera hoy en la capital (17) de la tenista italiana (28), aunque una vez empiezan a pelotear, toda la inocencia juvenil de Mirra se convierte en descaro y atrevimiento para inquietar a aquellas con mayor temple.
Esas virtudes acabaron con las opciones de progresar en esta edición del Mutua Madrid Open por parte de Marketa Vondrousova, Linda Noskova y Taylor Townsend, a las que doblegó en rondas anteriores.
El último diamante del tenis femenino quema etapas sin despeinarse, a una velocidad que asusta. Ya ha alcanzado los octavos de final tanto en Australia como en Wimbledon, pese a no desenvolverse nada mal en tierra batida.
Careciendo de la potencia y agresividad de una profesional ya plenamente desarrollada en el apartado físico, Andreeva optimiza al máximo las armas que tiene disponibles en este temprano punto de su carrera. Inteligencia, lectura de juego, autocontrol… Estas habilidades le otorgan la posibilidad de competir con las mejores, teóricamente antes de lo debido.
Y precisamente esto es lo que más asusta del tenis de la jóven jugadora. Una vez en la élite, el proceso suele ser el inverso. Tiros cuando no se deben ejecutar o alternar winners con errores no forzados son prácticas habituales entre los recién llegados al máximo nivel.
La reflexión consecuente es que el tiempo da la mesura para ordenar el juego, pero este no es el caso de Mirra, que aunque sí deja algún pecado de juventud en cada set, su tendencia general es sumamente lineal.
En este sentido, ella misma comenta lo siguiente: “Sin querer sonar arrogante, creo que soy bastante sólida detrás de la línea de fondo. Siempre he sabido cómo jugar, nunca he tenido problemas en pista por no saber cómo jugar o dónde jugar, y también veo mucho tenis para analizarlo”.
Por otro lado, aunque aún es pronto para sacar conclusiones, Andreeva parece tener corazón de campeona, habiendo protagonizado ya varias remontadas en este torneo.
En su compromiso en tercera ronda le levantó un 1-4 a Vondrousova en la primera manga llevándosela por 7-5, a lo que ha sumado otra en el día de hoy, también en el primer set, pasando de un 2-5 a adjudicarse el tie break.
A colación de esta capacidad para reponerse ante situaciones adversas, reflexionaba en zona mixta: “En este torneo los partidos son así, o remonto un 1-4 o un 2-5, o por ejemplo, mi oponente ayer también levantó un 1-4. Traté de jugar punto a punto y funcionó”.