Se quedó helado el Estadio Manolo Santana cuando Jiri Lehecka puso su rodilla sobre la arcilla y dijo basta. Felix Auger-Aliassime se clasificó automáticamente para la final del Mutua Madrid Open por el abandono por lesión del checo que, tras realizar un mal gesto en apenas el quinto juego del primer set y recibir atención médica en su cadera, decidió no forzar más (3-3, 15-30).
«Ha sido duro ver caer a Jiri así hoy. Es un tipo con el que entreno a menudo. Jugué contra él una vez en Australia. Le deseo lo mejor. Ha sido duro verlo. Pero por ahora no puedo hacer mucho. Sólo puedo concentrarme en la final e intentar prepararme», describió.
El canadiense se medirá el domingo (18:30) a Andrey Rublev y tendrá la histórica oportunidad de ser el primer tenista de su país que conquista un título de Masters 1000. Antes lo intentaron sin éxito Milos Raonic (Montreal 2013, Paris 2014, Indian Wells 2016 y Cincinnati 2020) y Denis Shapovalov (París 2019).
El No.35, que regresará el próximo lunes al Top-20 del ránking, disputará en la Caja Mágica la final más importante de las quince que habrá jugado en su carrera y tendrá en su mano mejorar el récord (5-9) después de conquistar Rótterdam (2022), Florencia (2022), Amberes (2022) y Basilea (2022 y 2023).
«Ahora estoy en una final de Masters 1000. Pero el deporte va rápido, estoy remontando y jugando cada vez mejor. Es estupendo que ahora tenga la oportunidad de estar en una final. Creo que he sido coherente con mi deseo de jugar y mejorar, y no me he frustrado cuando los tiempos se ponían difíciles», declaró el canadiense.
Auger-Aliassime se enfrentará a Rublev por sexta vez en su historial de enfrentamientos y solamente ha podido doblegarle en una ocasión (6-7[5], 6-4, 6-2 en Rótterdam 2022) y la última fue este año en el mismo torneo con triunfo para su rival (3-6, 7-6[6], 7-5).
«Tuvimos muchas batallas a tres sets desde 2018. Nuestros partidos son muy entretenidos, batallas duras y este año hubo varios puntos de partido en Rotterdam que espero que esta vez caigan de mi lado. Siempre es un jugador que te obliga a luchar, te presiona y tiene altos y bajos pero siempre está ahí», concluyó sobre su rival.