21 ABRIL
4 MAYO
2025

21 ABRIL - 4 MAYO 2025

David Rodríguez Caballero presenta el trofeo del Mutua Madrid Open 2024: Tyche

Fotos: Chema Rey

 

Hablamos con el escultor del trofeo del Mutua Madrid Open, la pieza más codiciada por todos en la Caja Mágica, que cada temporada va ofreciendo un nuevo diseño. David Rodríguez nos presenta cómo es Tyche, el título que levantarán los ganadores en la pista Manolo Santana.

 

¿Cómo afronta el reto de crear una vez más el trofeo del Mutua Madrid Open?

Es el tercer año que hacemos el trofeo y estoy encantado. Para mí sigue siendo un honor y una experiencia única el hacer el trofeo. El año pasado fue muy bien, tuve muy buen feedback por parte de la audiencia con el trofeo. Y bueno, como cada año, aquí andamos presentando un reto nuevo.

 

¿Cuáles son las líneas maestras? 

Este año, de nuevo, seguimos con otro trofeo para que Mutua Madrid Open vaya haciendo una colección de arte contemporáneo vinculado al deporte. Todos los años tiene un título que proviene de la Grecia clásica, porque es la fuente del deporte. Este año el título de la escultura del trofeo es Tyche, la diosa de la fortuna en la Gracia clásica. Era una deidad que determinaba su propia voluntad. Me pareció que tenía mucho vínculo. Hay mucho paralelismo con el tema de la concentración y de la fe y de la creencia que puede tener cada deportista de élite, en este caso los tenistas, que muchas veces es el factor que determina la fortuna o el éxito. Me parecía que era un valor que no había tratado en los dos anteriores.

 

¿Qué llega antes, el nombre o el boceto?

No es un proceso lineal. Los artistas no trabajamos en procesos lineales ni incluso yo creo que tampoco desde el hipertexto de Internet nadie piensa de forma lineal. Viene un poco por las lecturas, por lo que uno va desarrollando… vas y vienes. Tenía claro el concepto que quería de creencia o de tratar el tema de la fortuna. En este caso, el tema de la raqueta. En 2022 trabajamos más la pelota y este año nos inspiramos en la raqueta. De forma oval para transformarla, llevándolo a mi lenguaje plástico y construir una volumetría a través de lo que en un principio fue un óvalo y que después ha derivado en una especie de óvalo, pero interpretado.

 

Y además con el volumen del plano junto con la línea que siempre trabajo, que es en el hueco un elemento que casi siempre incluyo en mis estructuras. He construido un plano a través de la línea, haciendo un paralelismo con el cordaje de la raqueta, de forma que son diferentes planos que se van poniendo de líneas y que van a arrojar una sombra que estaría más relacionada con el dibujo también dentro del hueco según les de la luz que va a completar el dibujo o la escultura.

 

¿De qué materiales está hecho?

He cambiado el proceso de trabajo y he trabajado con una impresora 3D para sacar las volumetrías. Pero el material final va a ser aluminio. En los dos años anteriores el material ha sido el acero inoxidable, por relacionarlo con la Caja Mágica. Pero este año ha sido el aluminio, porque al ser fundido, que es otra novedad, se excedía de peso. Y el aluminio es más ligero. También he eliminado la base, que en los dos trofeos previos estaba, pero ahora la hemos quitado.  Se ha cambiado el proceso de construcción. Antes era a través de los plegados y la soldadura, de la chapa, moldeándola. Pero ahora va a través de la fundición a la cara. Consiste en fundir o en hacer líquido el metal a una temperatura altísima, para después construir un molde en cera y fundirlo en partes.

 

¿Cuál quiere que sea la primera impresión cuando la gente vea el trofeo?

Quiero que, más que una impresión, sea una conexión. Creo que va a conectar mucho con la gente, por los elementos ovales y los elementos del cordaje. Porque es algo bastante directo en ese sentido con el deporte y con el tenis.  Y creo que va a ser más rotundo como escultura, porque una obra en fundición tiene una rotundidad escultórica que es difícil de conseguir a través de la construcción o a través de la soldadura. Va a tener un carácter más rotundo o más fuerte.

 

¿No tiene algún elemento de la Caja Mágica, de las raquetas o de las bolas?

No, nada. Todo ha sido inspirado por el tema de la raqueta como herramienta. Pero, a partir de ahí, se ha empezado a jugar apropiándome de cosas para llevarlo a mi lenguaje plástico para construir una escultura.

 

¿Cómo completaríamos la ficha técnica?

La altura real es de unos 42 centímetros. Tendrá aluminio plata erosionado para convertir la luz y que tenga una inflexión en el propio material. Va a tener un hilo de cobre que es un hilo de soldadura que se utiliza para unir, pero que en este caso va a ser como un elemento formal con el que voy a construir los planos. Va a haber cuatro planos interiores de cobre que van a arrojar luz y sombra y completar el dibujo de la proyección de la sombra en el hueco de la escultura. Básicamente son dos materiales aluminio y bronce.

 

¿Se puede decir que es un trofeo cien por cien español?

Se hace en una fundición especializada en arte que se llama Capa, que tiene una tradición muy importante de fundición de escultores internacionales como Toni Crabb. Es una fundición especializada en arte que hacen obras para artistas internacionales, pero que en sí es española.

 

¿Qué piensa luego cuando el ganador muerde el trofeo? ¿Por dónde lo va a hacer?

En años anteriores se lo puse difícil por el peso, pero este año tiene forma más compacta y va a ser más fácil. Va a ser una pieza mucho más fácil de manejar, de levantar y de manipular. Eso es importante. Sobre todo, para el alcalde (se ríe).

 

¿Cómo es su experiencia en el torneo en sí?

Era una persona que no había estado cerca del tenis. Para mí ha supuesto una nueva pasión y un nuevo campo de exploración. Cada año, según voy viendo los partidos, siempre pienso en un concepto. Hace dos años era el tema de la competición, esa lucha entre medirse entre dos personas. Pensaba también en el tanto por ciento de concentración para conseguir la victoria. Cada año pienso en algo. Todo el mundo está contento allí y es un mundo muy positivo. Hay mucha pasión y eso se traduce en una energía. Cada año me llama más la atención una cosa.

 

¿Cómo se unen deporte y arte?

Explorando bien lo que es el deporte. Analizando la visión de un artista y trasladándolo a lo que puede ser una pieza. Estoy muy agradecido al MMO por poder hacer esta propuesta donde el arte y el deporte tienen una unión directa. En ese sentido me parece muy bonito. Porque es como si unes arte con música, todo esto multiplica exponencialmente la conexión con el espectador tanto para el deportista, como para el fan o para la gente que le gusta el arte.

 

¿Cuándo enseña el trofeo al torneo?

Estoy unos meses rumiando, haciendo dibujos y pensando la obra hasta que desarrollo una o dos maquetas y lo presento. Pero tengo que decirte que ellos tienen plena confianza y siempre les ha parecido bien. No ha habido problemas. Ellos saben que al final cuanto menos ‘peros’ pongas a una cabeza artística, mejor va a salir el resultado. Cuantas menos limitaciones, mejor.

 

¿Tiene el feedback de algún tenista?

Con Alcaraz hubo un momento muy gracioso el año pasado que le dije ‘Carlitos, ya empiezas a ser coleccionista de arte porque ya tienes dos esculturas’. Y espero que este año, si puede ser, se lleve la tercera.

 

Comparó a Rafa Nadal con Anthony Caro y a Alcaraz con William Tucker, ¿sigue pensando lo mismo?

Me parece que es una persona muy rotunda, con una obra deportiva muy huracanada también y a la vez con sus matices, con sus luces y sombras. Tiene personalidad.

 

¿Se ha inspirado en alguna obra o artista en concreto?

La verdad es que no, me he inspirado en lo que son las formas. La forma de la raqueta y, a partir de ahí, he empezado a trabajar para desarrollar y transformar lo que es esto y convertirlo en una escultura.

¿Cuántos trofeos hace?

Tres trofeos. Uno para la ganadora femenina, uno para el masculino y luego otro para el torneo. Porque Mutua Madrid Open está haciendo una colección de arte en torno al torneo que luego formará parte de la colección.

¿Cuánto podría costar un trofeo?

No lo sé, pero no son baratos (se ríe). Depende de varios factores, pero podría valer como unos 30.000 euros. Depende de materiales, tirada y luego, cuando pasa el tiempo, el valor sube en los mercados.