Fue un 29 de abril de 2022 a las 11:30. Imposible olvidar ese momento. Más de un centenar de aficionados comenzaron a congregarse alrededor del espectacular set emplazado en las inmediaciones de la pista central de la Caja Mágica y a realizarnos todo tipo de preguntas.
¿Y por dónde puedo escuchar eso? ¿Dónde se ve esa entrevista? ¿Y es verdad que van a venir aquí Nadal y Alcaraz? Ellos no acertaban a descubrir lo que allí estaba sucediendo y (en honor a la verdad) nosotros tampoco podíamos responder a todas sus preguntas porque estábamos en directo. ¿Qué estaba pasando?
Aquellos aficionados no lo sabían, pero estaban asistiendo a un momento único, especial e histórico: el nacimiento del primer canal de Twitch de un torneo de tenis.
Lógicamente su génesis no se fraguó en dos días. Por eso, me permitiréis retrotraerme un poco en el tiempo. Ya en el año 2013 el Mutua Madrid Open consolidó su carácter innovador en el plano mediático convirtiéndose en el primer Masters1000 en implementar una radio que retransmitiese en directo los principales partidos del torneo. Esta particular conexión con los fans que quisiesen seguir el evento a través de sus transistores digitales convirtió a “Setball radio” en un auténtico éxito capaz de congregar anualmente a más de 50.000 oyentes. Los periodistas que estuvimos en aquella génesis fuimos unos afortunados: Compartir micro en aquel proyecto con Rafa Plaza, Javi Méndez, Álvaro Rama, David Menayo, Ángel García, David Guerra y tantos otros fue una experiencia única.
Pero los tiempos cambian. Y el Mutua Madrid Open, fiel a su ADN joven, también ha mutado con los tiempos. Por eso, esta revolución mediática ha derivado en el nacimiento de un canal de TWITCH que en apenas dos semanas fue capaz de maravillar a ATP, a WTA, a los jugadores y a los más importantes: a los fans.
A través de casi 5 o 6 horas diarias de streaming, el tenis fue capaz de adecuarse a un nuevo estilo narrativo para contar, como nunca se había hecho, un evento tenístico. En este canal debutaron en Twitch Rafa Nadal y Novak Djokovic, se mostraron imágenes diarias de entrenamientos, se comentaron los mejores partidos, se llevaron a cabo encendidos debates y tuvieron hueco estrellas de otros deportes como Thibaut Courtois o figuras de la televisión como David Broncano o Arturo Valls. Para el recuerdo, el momentazo entre TheGrefgy Carlos Alcaraz tras conquistar el título o las divertidas palabras en español de Ons Jabeur tras proclamarse campeona en Madrid.
Vivir en primera persona todo aquel aluvión de feedbackpositivo nos llevó a reflexionar y a analizar los motivos del éxito que, evidentemente, poco tenían que ver con los que allí estábamos a los mandos. Todas las preguntas acababan derivando en la misma respuesta: el tono esdiferente, el estilo ha cambiado. El lenguaje es otro.
Por mi trabajo en televisión, en los últimos años habíaestado acostumbrado a entrevistar a los tenistas bajo un patrón muy definido y encorsetado. En un “Flash” televisivo post-partido el objetivo no es otro que el de recoger las impresiones de los deportistas pocos instantes después de finalizar su encuentro. Si bien es cierto en ocasiones he tenido la oportunidad de ver cómo afloraban sentimientos o reacciones emotivas, lo normal es extraer del deportista un análisis técnico del encuentro, así como alguna valoración o vaticinio de sus próximos enfrentamientos. Creo, honestamente, que no se puede aspirar a mucho más en tan corto espacio de tiempo y con un temario que se ciñe a un contexto tan limitado.
Pero Twitch es otra cosa. No se trata de compararlo con otras plataformas audiovisuales (cada una tiene su coyuntura y su magia) simplemente son cosas diferentes. Twitch es la naturalidad, la frescura y la disrupción de las normas. Nadie ha escrito (que yo sepa) unas reglas que haya que cumplir, y eso nos ayuda a todos a sumergirnos en un oasis de cierta libertad que parece haber triunfado entre un público joven que ha interpretado a la perfección este nuevo lenguaje para conectar con un deporte que sigue más de moda que nunca.
De eso se trata Twitch. Y por eso, del 23 de abril al 7 de mayo volveremos a divertirnos y a generar esa conexión única con los jugadores, con el público y con todos aquellos que quieran volver a pasárselo bien. Y no te preocupes, si eres un “boomer” como yo, también tienes sitio en esta fiesta. Hay hueco y barra libre para todos.
Escrito por Antonio Arenas
