Este martes había algún aficionado frotándose los ojos en el Estadio Manolo Santana. Sobre la tierra batida de la Caja Mágica, dos tenistas del top 20 se medían por un billete a los cuartos de final del Mutua Madrid Open. Hasta ahí, todo normal. Lo extraño era que los dos protagonistas, el italiano Lorenzo Musetti y el griego Stefanos Tsitsipas, son en la actualidad los dos máximos exponentes de un golpe en peligro de extinción: el revés a una mano.
Musetti fue el ganador (7-5 y 7-6 en casi dos horas) de un partido con aroma al siglo XX. Y es que en el tenis actual, en el tenis moderno, apenas hay jugadores que elijan pegar el revés con una sola mano. De hecho, Musetti y Tsitsipas son dos de los tres únicos tenistas del top 20 actual con el revés a una mano. El otro es Grigor Dimitrov. Los otros 18 le pegan con dos.
El contraste es evidente si echamos la vista al pasado. En 1973, cuando la ATP publicó el primer ranking de su historia, nueve de los diez primeros golpeaban el revés a una mano. El gran Jimmy Connors, exnúmero uno y campeón de ocho grandes, era el único con un revés a dos. Pero de aquel tenis táctico, de saque y volea, queda más bien poco. Con el paso de las décadas y con la revolución de la industria del deporte -tanto a nivel tecnológico como de preparación física-, el tenis se ha convertido en una disciplina mucho más física, en la que cada vez se golpea más fuerte. El tenista moderno es alto y fuerte, con los brazos largos, con un saque que es una bomba, con una derecha que echa fuego… y con un revés a dos manos.
“Desde un punto de vista estético y estilístico, el revés a una mano es sin duda uno de los golpes más bonitos que existen. Pero en el tenis actual, cada vez más potente, no hay revés a una mano que pueda hacer frente a un revés a dos manos medio-bueno en términos de resto y facilidad de juego”, reflexionaba el propio Musetti, actual no.11 de la ATP, hace unos meses. “Es normal que cada vez se vean menos, las velocidades han aumentado mucho en comparación con las décadas de los 80 y los 90, donde había más oportunidades de intercambiar y utilizar variantes como el saque y volea”.
Musetti está tan convencido de que el revés a una mano no tiene futuro, que incluso ha llegado a decir que aconsejaría siempre a los niños darle con dos manos. Tsitsipas, en cambio, defiende más ese golpe que tanto le define y que han llevado por bandera dos de los mejores tenistas de los últimos tiempos: Roger Federer y Stan Wawrinka.
“Es un golpe complejo de dominar y perfeccionar. Los jugadores tienen la tendencia a elegir el revés a dos manos por la facilidad que tiene, porque es menos complejo de aprender”, señalaba el tenista heleno. “Yo siento que el revés a una mano es el golpe más bonito del tenis y que es lo más difícil de aprender. Además, en pistas de tierra batida, donde la pelota bota mucho, puede ser un buen arma. Así que me parece un golpe hermoso que, si se perfecciona de la manera correcta, puede ser un arma letal enorme para aquellos que se sienten seguros con él”.
Una reacción de campeón
El duelo de reveses a una mano en el Estadio Manolo Santana comenzó de una manera bastante desigual. Tsitsipas, finalista en la tierra de Madrid en 2019, arrancó mandando y llegó a ponerse 5-2 arriba en el primer set. Incluso se procuró una pelota de set al resto, pero Musetti la neutralizó y puso la primera piedra de la remontada.
“Era mi primera vez en la Manolo Santana y la sensación es bastante diferente a las otras pistas. Al principio me ha costado encontrar el ritmo y la bola, porque la pelota bota más en esta pista y me ha costado”, ha explicado Musetti en los micrófonos nada más acabar el partido.
“Pero luego he estado ahí, he sabido ser paciente y esto me da confianza. Por ahora no quiero mirar el ranking, sino que quiero jugar un gran torneo y seguir ganando partidos para construir mi confianza”, ha añadido el italiano, que virtualmente está ya en el top ten. Su próximo rival en la Caja Mágica por un lugar en los cuartos de final será el australiano Álex de Miñaur, que un rato antes había vencido a Denis Shapovalov por 6-3 y 7-6 (7-3).