El Estadio Manolo Santana puso este viernes el cartel de no hay billetes en la sesión nocturna. La ocasión lo merecía: Jack Draper y Lorenzo Musetti se enfrentaban sobre la tierra batida de la Caja Mágica en busca del segundo billete para la final del domingo. Y el encuentro, con esos estilos tan característicos de uno y otro, no decepcionó a ningún espectador. Fue un señor partidazo.
Draper, que a partir del lunes será el nuevo número cinco del ranking mundial -a principios de año ocupaba el puesto número 18-, acabó imponiendo su tenis de zurdo pegador sobre un Musetti al que enamoró a todos pese a la derrota gracias su revés a una mano y su muñeca prodigiosa. El italiano, presentado por el speaker como el ilusionista de Carrara, es una delicia y regaló un espectáculo de dejadas, voleas, reveses cortados y derechas de todas las alturas y para todos los gustos.
Su problema se llamó, simplemente, Jack Draper, que se encumbró por 6-3 y 7-6 (7-4) en una hora y 58 minutos. Y es que el británico está en un momento dulcísimo, el mejor de su carrera. Coronado como campeón en Indian Wells hace un mes y medio, el tenista de Londres parece haber encontrado por fin el camino del que le privaron las lesiones y cierta inconsistencia. Ahora, a sus 23 años, es ya el tenista que muchos barruntaban hace un lustro: es un jugador maduro, con un revés exquisito y con una derecha cada vez más potente.
Y en Madrid está demostrado que es capaz de todo. Porque aunque venía como uno de los principales cabezas de serie a la Caja Mágica, la realidad es que pocos le veían como uno de los grandes favoritos al título del domingo. Su bagaje en tierra batida hasta el momento no hablaba de un Draper campeón: en estas dos semanas en Madrid ha conseguido ya un tercio de todas las victorias que acumula en toda su carrera. Son 15 triunfos en total y cinco las ha firmado en la capital española, donde además no se ha dejado ningún set -y apenas 30 juegos- en su camino hacia la final del domingo.
“Hoy ha habido un nivel muy alto. Lorenzo lleva muchos años en el circuito, pero es ahora cuando está ya top ten y cuando está jugando el mejor tenis de su carrera, sobre todo en tierra”, ha señalado Draper durante la entrevista a pie de pista en un Estadio Manolo Santana entregado al ganador. “Jugar ante un rival así en un estadio lleno, delante de todos, ha sido increíble”.
“Es un momento emocional para mí. He puesto mucho esfuerzo durante muchos años para poder estar en una final como esta. Me esfuerzo todos los días para conseguir resultados como el de hoy. Para mí es muy emocionante alcanzar esta final”, ha añadido el británico sobre la que será su primera final sobre tierra batida.
“Ahora Quiero disfrutar esta victoria, hacer algo más relajado mañana y me prepararé para estar listo para la final del domingo. Contra Casper será un buen reto, será una gran batalla”, ha anticipado un Draper que no conoce todavía su techo. El domingo, de momento, le espera el cielo.