No es noticia que el nombre de Novak Djokovic figure en repetidas ocasiones en el palmarés de los mejores torneos del circuito profesional, y el Mutua Madrid Open no iba a ser una excepción. 2011 y 2016 fueron las ediciones en las que el serbio tocó la gloria sobre la siempre difícil tierra batida de la Caja Mágica.
La primera vez que el serbio entró en el cuadro principal del torneo de Madrid fue en el año 2006. Tenía 19 años y su nombre comenzaba a conocerse por sus buenas actuaciones en algunos Grand Slams. Su paso por Madrid, a pesar de su juventud, fue de todo menos fugaz. Eliminó a otros jugadores en auge del circuito como Richard Gasquet y Andy Murray. Su primera experiencia en el torneo terminó en cuartos de final al perder en tres sets frente a Fernando González.
Una buena primera toma de contacto con la élite del tenis en Madrid, que se refrendó al año siguiente consiguiendo alcanzar las semifinales. Se presentó en noviembre como el número tres del mundo. Ya no era una simple promesa. Tuvo duras batallas en las primeras rondas contra los españoles Verdasco y Ferrero, que tuvieron que resolverse en el tercer set. Sin embargo, ese sobreesfuerzo lo pagó en semifinales frente a David Nalbandian, campeón del torneo en esa edición.
En 2008, año de su primera conquista en un Grand Slam (Abierto de Australia), se despidió del torneo muy temprano y con 20 aces encajados de parte de Ivo Karlovic. Un año después, sin embargo, y ya en la Caja Mágica, volvió a ofrecer una buena imagen. Más experimentado y consolidado en el Top 3, Djokovic alcanzó las semifinales y brindó con Nadal el que para muchos es el mejor partido de la historia del torneo. Fue un partido emocionante y cargado de tensión en su tramo final, donde ambos tuvieron bolas de partido. Djokovic ganó el primer set y Nadal el segundo. Todo se decidió en el tie-break del tercero. Ahí, la suerte le fue esquiva al serbio, pero a cambio se ganó el reconocimiento de todo el Estadio Manolo Santana.
Unos problemas físicos de última hora impidieron a Djokovic participar en la edición de 2010. Pero, doce meses después, en su 2011 inmaculado, demostró a Madrid por qué ese era su año. El serbio llegó a la capital de España sin perder un solo partido y sobre la arcilla madrileña dio un auténtico espectáculo. A Anderson y a García López los ganó con relativa suficiencia, pero para llegar a la final primero tuvo que pasar grandes apuros en cuartos de final frente a Ferrer y en semifinales frente al brasileño Bellucci. Ambos consiguieron robarle un set, pero la dinámica positiva del balcánico se impuso. De esta manera llegó a la final, donde le esperaba Rafa Nadal. La batalla por el número uno se trasladó a la pista Manolo Santana entre los dos jugadores que se habían repartido todos los títulos de aquella temporada. No obstante, Djokovic estaba en estado de gracia y nada pudo hacer Nadal por evitar la derrota. El serbio entraba en el exclusivo elenco de ganadores del Mutua Madrid Open.
Sobre la innovadora pista azul, el serbio no pudo revalidar el título en 2012. Aquel año cayó en cuartos de final frente a su compatriota Janko Tipsarevic. La suerte no sonrió a Nole los siguientes tres años. En 2013, Grigor Dimitrov logró vencer a un Djokovic aquejado del tobillo desde el primer punto, pero no privó al público de un gran espectáculo tenístico como fue aquella primera ronda. Y en 2014 y 2015 no participó.
En 2016, Novak Djokovic regresaba a Madrid, tras dos años de ausencia, en medio de una temporada espectacular con otro Abierto de Australia en sus vitrinas y con dos títulos más de Masters 100 (Indian Wells y Miami). La supremacía de Djokovic en el circuito se aproximaba a la de 2011, su mejor año, donde acabó con un balance anual de 64-4. Los asistentes a las gradas del Estadio Manolo Santana volvieron a disfrutar de una exhibición del serbio, quien solo encontró algo de oposición en la final contra Murray. Tres sets de final y segundo título para Djokovic en Madrid.
La temporada 2017 de Djokovic estuvo marcada por su maltrecho codo, pero no quiso perderse su cita con Madrid y, a pesar de no estar al 100%, realizó un torneo excelente. Dejó por el camino a Almagro, en un partido para el recuerdo en el que remontó un 3-0 adverso en el último set, y a Feliciano López. Tuvo descanso por la lesión de Nishikori y accedió directamente a las semifinales. Ahí se acabó al aventura del serbio en Madrid. Nadal, más rodado e invicto en tierra ese año, superó con comodidad al serbio.
Tras las dos ediciones pasadas sobresalientes, Djokovic no tuvo un gran torneo en 2018 al perder en primera ronda frente al joven británico Kyle Edmund. Un borrón en su historial en Madrid del que seguro quiere desquitarse y ya se sabe qué pasa cuando Djokovic fija un objetivo… Veremos a partir del próximo 3 de mayo hasta dónde es capaz de llegar el número uno del mundo.