El juego de Stefanos Tsitsipas encuentra un brillo especial sobre tierra batida, donde el griego ha logrado algunos de los hitos más importantes de su carrera. La superficie más lenta del circuito acompasa los golpes de un jugador especial, dispuesto a convertir el Mutua Madrid Open en un punto clave de su temporada.

La altitud madrileña añade mordiente a un jugador de impactos agresivos, capaz de cerrar puntos desde cualquier lado de la pista; las pistas españolas miman las pelotas con la suavidad de una alfombra, facilitando la diana a un tenista de lanzamientos directos, y el ambiente la ciudad le arropa con un aroma mediterráneo, con una sensación de hogar en cada paso del heleno.

“España es un lugar muy agradable, un destino espectacular para el tenis. Siempre me he sentido fantástico al jugar en este país. “Hay similitudes en la cultura y en muchos otros aspectos como la comida”, reconoció el vigente campeón de Mallorca, en cuyo palmarés figuran la final de Madrid en 2019 y tres partidos definitivos en Barcelona. “Grecia no ha tenido el privilegio de organizar torneos, así que España es lo más parecido. Quizá sea la razón por la que he jugado bien aquí”.

Con ese impulso en sus pensamientos, Stefanos llega a la capital española tras haber enderezado el rumbo sobre las pistas, recuperando las sensaciones que le llevaron a su segunda final de Grand Slam en el Abierto Abierto de Australia el pasado mes de enero. Con el recuerdo de Barcelona todavía caliente en las manos, quedando a un paso del trofeo en la Ciudad Condal, Tsitsipas desprende confianza en los aledaños del Estadio Manolo Santana.

“El balance es positivo, he acumulado bastantes partidos sobre tierra batida”, advierte Stefanos, que ha curtido sus piernas con 12 encuentros en el terreno durante las últimas dos semanas. “Me considero un candidato a este torneo. La actuación en Barcelona me dio ilusión, allí pude volver a sentir lo que es estar fuerte de nuevo. Las cosas ahora parecen brillantes”.

Competir en Madrid significa, claro, introducirse en uno de los grandes feudos de apoyo a Carlos Alcaraz. El vigente campeón del torneo, que domina por 4-0 el historial ATP Head2Head ante el griego, es uno de los grandes retos pendientes de Stefanos en el circuito. Aunque un duelo ante el murciano solamente sería posible en la final de Madrid, es una realidad que Tsitsipas mantiene en el fondo de sus pensamientos.

“Siento que el camino es muy largo hasta llegar a ese punto. Tenemos dos semanas por delante, así que debo practicar y mejorar detalles”, reconoció. “Es la única forma que conozco para cambiar las cosas en el futuro. Es la manera de intentar encontrar soluciones ante un jugador que es un obstáculo para mí. Carlos es alguien que trabaja realmente duro. Su velocidad y flexibilidad en la pista es inmensa. Tiene una determinación en el deporte que es complicada de encontrar”.

Así, la posibilidad de alcanzar una nueva final en Madrid queda como un desafío de superación personal para Tsitsipas. Uno de los jugadores más respetados sobre polvo de ladrillo afronta las dos semanas en la capital española con la mentalidad de los campeones: buscando la mejora mirándose al espejo.

“Tengo que trabajar durísimo en cada partido para conseguir el resultado que deseo. Necesito enlazar una serie de grandes partidos de forma consecutiva para llegar a una final. He acumulado partidos en las últimas semanas que me dan perspectiva sobre mis fortalezas. Aquí tenemos altitud, un escenario distinto al de Barcelona. Me estoy ajustando a ello. Lo he hecho bastante bien en los últimos años”.