21 ABRIL
4 MAYO
2025

21 ABRIL - 4 MAYO 2025

Una conversación con la entrenadora de moda del tenis mundial

Es la entrenadora de moda. Conchita Martínez, campeona de Wimbledon en 1994, es la maestra de la gran estrella joven mundial del tenis: Mirra Andreeva. La española ha pasado por el podcast de Daniela Hantuchova en el que han demostrado una gran complicidad. Fueron duras rivales en pista durante años, compañeras en el circuito, pero sobre todo lo que permanece es una amistad que se refleja perfectamente a través de la pantalla del ‘Daily Dani’.

“Tenemos una conexión increíble, nos llevamos muy bien y nos divertimos”, así resume la miembro del Salón de la Fama del Tenis su relación con Andreeva, una adolescente en pleno crecimiento que ya ha demostrado al mundo del tenis de lo que es capaz tras sus dos victorias en sendos WTA1000 que se han celebrado esta temporada.

Sobre el siguiente paso en la carrera de su pupila, Conchita lo tiene claro: “Creo que Mirra ya está preparada para ganar un Grand Slam. Es verdad que ganar un Grande es algo muy complicado y nunca sabes cuando se puede dar hasta que lo logras, pero a pesar de su juventud Andreeva ya tiene el nivel para poder conseguirlo. Veremos si lo logra y cuando, pero su calidad está ahí”.

Un detalle interesante es el del coaching. En la época que Conchita jugaba no existía esta posibilidad, estaba prohibido que las jugadoras recibieran ningún consejo. También la entrenadora ha tenido que pulir esta concesión. De hecho sigue calibrando cuando y como hacerlo: “Mirra tiene carácter, cuando las cosas van de cara no tiene problemas en que le digas las cosas, pero cuando van un poco más torcidas saca su faceta menos agradable y es difícil que se deje aconsejar. Yo estoy aprendiendo a ver cuales son los mejores momentos para que entienda lo que le quiero decir y ella necesita mejorar en escuchar cuando las cosas no van tan bien como le gustaría. Aunque la verdad sea dicha, para tener 17 años es una jugadora muy madura, a mi también me hubiera gustado ser más agradable con mis entrenadores en algún momento”.

La variedad con la que juega Andreeva sigue alucinando a todas las jugadoras del circuito. Sin duda es una de las cosas que más ha insistido Conchita desde que empezaron a entrenar juntas. Tiene muchos tiros muy buenos, pero es importante aprender a variar estilos, no todos los días sale todo como uno espera y hay que tener diversas opciones, alturas y velocidades. Tener un plan B es fundamental. Hemos trabajado mucho en ser agresivas en pista y nos está funcionando”. En estos aspectos del juego, Conchita simplemente hace de espejo reflejando lo que fue su juego, una calidad muy especial que llevó a España a ganar la Billie Jean King Cup en cinco ocasiones. Historia de nuestro país y una gran modelo y maestra para sus alumnas.

Conchita reflexiona sobre cómo ha evolucionado el deporte: “Ya me hubiera gustado saber tantas cosas en mi época, sobre nutrición, sobre recuperación, aspectos físicos, pero también sobre materiales y raquetas. Hubiera sido muy util, pero al menos intento aprender ahora para poder ayudar a las personas con las que trabajo”.

El deporte evoluciona y avanza con muchísima información adicional, pero para la española no hay nada como el tenis en vivo para palpar sensaciones: “A mi me gusta ver mucho tenis, veo a las rivales de Mirra en persona, intento ir a pista a verlas, creo que cambia mucho que verlo por televisión. La tecnología además nos da muchos datos, me gusta tenerlos claros y verlos con Andreeva. A ella le gusta ver los gráficos y entender las distintas fortalezas de sus rivales con datos, pero para mi es fundamental ver cómo se desenvuelven en pista”.

La tecnología ha traido muchas ventajas, pero también la constante inmediatez y la presencia invasiva en algunas ocasiones de las redes sociales: “A Mirra le gustan mucho, aunque tampoco creo que se obsesione, pero si tuviera que traer algo de nuestra época a este momento sería el de no tener redes sociales, creo que distraen mucho y que hay demasiada gente metiendo mucha negatividad. Es algo difícil de lidiar y me gustaría que recuperáramos cierta calma”, concluye Conchita.