“Mañana espero renovarme el DNI”.

Minutos después de lograr una de las victorias más especiales de su carrera, su primer triunfo en un torneo ATP Masters 1000, la mente de Bernabé Zapata Miralles se centra en un trámite administrativo. La adrenalina de un triunfo enorme en la Caja Mágica baja inmediatamente ante una preocupación más mundana, que no olvida de transmitir a su equipo todavía empapado en el sudor de la batalla.

El valenciano derrotó este viernes al estadounidense Mackenzie McDonald, levantando un partido terco por 3-6, 6-3, 7-6(4) tras dos horas y 39 minutos de juego, para el delirio de un Estadio Arantxa Sánchez Vicario que le arropó en el duelo broche de jornada. Esa vorágine de emociones, toda una espiral de alegría, no despega a Zapata de la realidad. Sus primeros días en la capital de España fueron de todo menos corrientes.

“Esta última semana, desde que llegué de Barcelona, ha sido difícil para mí. Han llegado cambios que no esperaba. En Madrid perdí mis tarjetas de crédito, mi DNI y el pasaporte. He estado remando contra la marea todos estos días”, reconoció con una sonrisa el español, que improvisa sus gestiones en la ciudad y cuya credencial es el único documento de identidad que le acompaña en el torneo madrileño.

“Pero estoy súper contento. En este partido me he ido soltando poco a poco. Le doy valor a haber estado luchando hasta el final, intentando estar con un plus de actitud y positivo en todo momento”, valoró el valenciano, que superó el obstáculo de perder la primera manga. “Ha sido una batalla contra mí mismo. Me siento feliz por la victoria y por el tercer set”.

El arreón de Madrid es un eslabón más en una temporada de barreras derribadas, donde ha comenzado a convivir en la categoría dorada del ATP Tour. Tras competir sin premio en Indian Wells, Miami y Montecarlo, el momento de alcanzar una victoria llegó bajo el cielo de Madrid.

“Para mí es muy importante. Nunca había ganado un partido en Masters 1000 y era un reto personal”, reconoció Zapata. “Sabe a mucha confianza y lo hace especial haberlo conseguido aquí en Madrid. Tenía que luchar contra toda la emoción de jugar en casa y contra los nervios que llevas”.

Esa responsabilidad ha sido generada a pulso por un trabajo duro. En 2023 también alcanzó su primera semifinal ATP 500 en Río de Janeiro, durante una gira de arcilla en la que también tocó la penúltima ronda en Buenos Aires. Un impulso que espera volver a disfrutar en la capital de España.

“En febrero di un nivel muy bueno, estaba fuerte mentalmente y con poca presión”, explicó el español, que ya roza con los dedos una plaza entre los 40 mejores del mundo. “Eso hizo que hiciera un gran tenis en ese momento. Ahora estoy en una situación nueva, con un ranking nuevo. Es algo difícil porque inconscientemente me he estado metiendo presión. Debo buscar la línea de trabajo que tuve en febrero. Si logro encontrarla, eso va a dar buenas victorias”.

Ahora, el trabajo continúa para Zapata ante el cabeza de serie No. 19 Daniel Evans. El británico, que hace unos días quedó a un paso de pelear por el título del ATP 500 de Barcelona, donde solamente Carlos Alcaraz detuvo sus pasos, será un termómetro ideal para el impulso del valenciano.

“Espero un partido complicado porque es un jugador diferente. Varía muy bien su juego, tiene un cortado muy bueno. Sobre el papel es mejor jugador en rápida pero ha hecho grandes resultados en tierra batida, viene de hacer semifinales en Barcelona. Intentaré jugar mi mejor tenis y disfrutar”.

Sin carnet de identidad pero sin necesidad de presentaciones. Así avanza Zapata Mirallés en un torneo que puede abrirle las puertas a la zona alta del circuito.