Andrey Rublev consiguió algo que parecía olvidado en el Estadio Manolo Santana. Desde el día de su 18 cumpleaños, antes de convertirse en el jugador histórico actual, Carlos Alcaraz no conocía la derrota sobre la arcilla de la Caja Mágica. Con un poderío sensacional, maltratando la pelota a base de manotazos, el No. 8 mundial terminó con la gran esperanza local y su candidatura a un tercer trofeo consecutivo en el torneo.
El pupilo de Fernando Vicente firmó una de las victorias más notables de su carrera, tumbando por 4-6, 6-3, 6-2 al vigente campeón del torneo para alcanzar sus primeras semifinales en el Mutua Madrid Open. Tras levantar el Masters 1000 de Montecarlo la temporada pasada, destapando su desparpajo en los mayores escenarios sobre arcilla, Rublev vuelve a tocar la puerta a lo grande. La altitud de Madrid desata la fuerza de sus golpes y el ejemplo de este miércoles fue un aviso para todo el vestuario.
“Creo que el servicio me ha salvado en varias ocasiones”, dijo Rublev. “La clave ha sido permanecer totalmente tranquilo durante todo el partido. No he dicho una sola palabra, ni siquiera cuando iba perdiendo. He servido incluso mejor al final del partido. Al inicio no lo conseguí, pero poco a poco he ido mejorando hasta terminar a gran nivel”.
En cualquier caso, el partido fue una oportunidad para Alcaraz. Desde que una lesión muscular en el antebrazo derecho detuviese su temporada, obligándole a retrasar su aterrizaje en la arcilla, el murciano no había medido a uno de los 10 mejores jugadores del circuito. Este miércoles, en una auténtica prueba de nivel, el Estadio Manolo Santana le situó ante el No. 8 mundial. La exigencia del desafío no atenuó los golpes del español, capaz de responder con intensidad a un partido repleto de fuego.
La figura de Rublev se ha ganado el respeto del vestuario a base de personalidad. El pupilo de Fernando Vicente, uno de los pegadores más intensos del ATP Tour, introdujo a Alcaraz en un partido de altísimo ritmo. La agresividad y los puntos cortos marcaron la pauta del encuentro, forzando al murciano a recrudecer la derecha como nunca antes en el torneo. Si Alcaraz necesitaba probar su rapidez de pensamientos y la resistencia en su mayor golpe, pocos jugadores más apropiados que Andrey para comprobar ambas cosas.
Alcaraz se marcha del Mutua Madrid Open tras haber igualado la racha de victorias más amplia en toda la historia del torneo. El murciano alcanzó la marca establecida por Rafael Nadal (14) entre las ediciones de 2013 y 2015, consolidándose como gran figura actual sobre la arcilla de la Caja Mágica.
Rublev llegó al torneo cargando con una racha de cuatro derrotas consecutivas, pero ha conseguido remontar el vuelo. Andrey ha logrado escalar hasta la penúltima ronda del torneo entregando apenas una manga en la Caja Mágica, donde ha logrado imponer un tenis directo para el que Alcaraz no encontró el freno.
“Cuando empiezas a pensar lo bien que van las cosas, también recuerdas que durante seis semanas no conseguí ganar. Así que es mejor no ponerse a pensar demasiado”, dijo Rublev sobre su pasado reciente. “Ha sido un momento y esto le ocurre a todo el mundo. Todos pasamos por momentos complicados, lo más importante es seguir trabajando y mejorando”.
Tras hacerse con una de las mejores victorias sobre tierra batida de su carrera, Rublev mantiene abierta la puerta a otra gesta sin precedente: convertirse en uno de los pocos tenistas en activo con múltiples coronas ATP Masters 1000. El No. 8 mundial medirá en las semifinales al argentino Francisco Cerúndolo o el estadounidense Taylor Fritz, asegurando un desenlace vibrante sobre el polvo de ladrillo.