Sara Sorribes y Cristina Bucsa se han metido en la final del dobles femenino al derrotar a Anastasia Pavlyuchenkova y Anastasia Potapova por 6-4, 7-6 (1), escribiendo de esta manera sus nombres en los libros de historia del Mutua Madrid Open, ya que es el único dúo nacional que ha conseguido este hito, junto a Garbiñe Muguruza y Carla Suárez en 2014 y 2015. En aquellas ocasiones el título no pudo caer en manos de las españolas, por lo que la final del domingo es no menos que una cita con la eternidad.
Ir a varios eventos consecutivos como pareja o pasar mucho tiempo en pista entre semana, suelen ser características asociadas al éxito en el dobles, pero no hay nada más fuerte que una primera conexión fuerte entre dos jugadoras, y ese ha sido el caso de Cristina y Sara, que no habían jugado juntas, ni siquiera entrenado, antes de este torneo.
Consecuentemente, no dudan en deshacerse en elogios de manera mutua. Cristina afirmaba lo siguiente: “Yo creo que nuestros estilos de juego se adecúan la una a la otra, Sara volea muy bien, es de fondo mjuy, muy sólida”. Por otro lado, Sorribes comenta: “Cristina es una gran jugadora, lo he dicho muchas veces, es increíblemente talentosa, tiene un feeling con la pelota espectacular, y yo feliz de poder jugar con ella”.
Como la propia Sorribes comentaba, si juntas en la coctelera su experiencia y garra, con los tiros rectos de Bucsa, el resultado es una combinación equilibrada que, completada con la magia que persigue a Sara en Madrid, les ha llevado al éxito. El idilio de Sara con Madrid parece no acabar nunca y así lo coemntaba en ruda de prensa: “Me gusta mucho Madrid, su altura, la gente me encanta, me apoyan un montón y me encuentro super querida. Es un sitio en el que dentro de todo, me encuentro muy tranquila”
En un Estadio Manolo Santana volcado con ellas, el par de dobles faltas que cometió Pavlyuchenkova en el juego inicial del partido resultó decisivo para el desenlace del primer set. Situadas 2-0 arriba, Sorribes y Bucsa supieron mantener la ventaja gracias a la solidez que mostraron ambas tanto en la red, como detrás de la línea de fondo, sin cometer apenas errores no forzados, para acabar cerrando el parcial por 6-4.
Tras el paso por banquillos, la tendencia del choque se invirtió. Los derechazos de Potapova resucitaron a su compañera, y se llegaron a poner 3-1 arriba, pero el espíritu de resistencia de las españolas les hizo devolver el quiebre de inmediato, para posteriormente volver a romperles el servicio. Sin embargo, Sorribes no fue capaz de consolidar el suyo al intentar cerrar el encuentro y lo tuvieron que acabar matando en la muerte súbita, 7-6 (1).
En la final esperan unas Laura Siegemund y Barbora Krejcikova que dieron la sorpresa en la sesión de mañana al imponerse a Su-Wei Hsieh y Elise Mertens, por 6-3, 7-5. Mientras que la checa ya ganó en la capital el año pasado, Mertens es una de las jugadoras con más proyección del circuito, por lo que la empresa no será fácil, pero lo que es seguro es que Sara y Cristina lo dejarán todo sobre la arcilla.