Iga Swiatek ya está en semifinales del Mutua Madrid Open tras deshacerse de Maia Haddad por 4-6, 6-0, 6-2. Hasta la jornada de hoy solo había cedido ocho juegos en el torneo, dejando por el camino los cadáveres de Sara Sorribes, Sorana Cirstea y Xiyu Wang y es que la polaca se asemeja más a un robot automatizado para repetir siempre los mismos mecanismos que a una atleta jugando bajo la presión de ser la No 1 mundial.
Sin embargo, hoy no estuvo acertada en un primer set marcado por el espectacular ambiente del abundante público brasileño en favor de su jugadora y tuvo que permanecer 150 minutos en pista para sacarse el pase a semifinales.
Swiatek es la alumna perfecta para todo maestro. Al carecer de un talento innato de esos que se ven una vez cada medio siglo, hace los deberes todos y cada uno de los días, presentándolos con buena letra y sin rastro de tachón alguno. Alterna sus golpes con una claridad mental que asusta, siempre tomando ese segundo extra de pausa para decidir cuál es el golpe más hiriente posible para su rival.
Derecha cruzada, revés paralelo, derecha paralela, revés cruzado… Todos estos registros tienen cabida en su estuche.
De esta manera, en la segunda manga desplegó su potencial casi al completo. Un 6-0 impoluto que calmó los ánimos en el estadio Manolo Santana, sobre el que matizó lo siguiente: “Estaba queriendo ir demasiado rápido, cometiendo muchos errores, así que he optado por volver a lo simple. Me ha costado más de lo habitual, pero estoy satisfecha de haberlo conseguido”
En el set definitorio dos roturas en el primer tercio del mismo acabaron decantando la balanza. Siempre combativa al estar respaldada por el aliento local, Haddad Maia respondió a una de ellas inmediatamente, pero hacerlo por partida doble era pedirle demasiado a una jugadora que perdió aquí en segunda ronda el año pasado.
Cada asignatura requiere de unas habilidades determinadas para ser aprobada e Iga explica cómo las prepara dependiendo de la superficie: “Es más fácil para mí pasar de dura a tierra que al revés, pero siempre hay cosas que ajustar si llevas jugando en alguna de las dos durante un par de meses. Cambias la mentalidad en los rallies, así que se necesita tiempo, no puedes tratar los partidos en tierra igual que el resto, porque no son lo mismo”.
Asimismo, añade lo siguiente: “De hecho, tampoco puedes tratar todas las pistas de tierra de la misma manera. Aquí se juega de forma muy diferente a Roma y París. Roma es la más lenta, y pasamos de la más rápida (Madrid) a ella, para después ir a París que sería la intermedia”.
Su siguiente examen será contra la ganadora del emparejamiento entre Ons Jabeur y Madison Keys y, dependiendo de cual acabe siendo la elegida, variará su plan de juego:
“Va a ser un partido duro, es la semifinal. Cualquiera que haya llegado se merece estar ahí. Habrá que ver también las condiciones, porque parece que hará más frío, pero son jugadoras diferentes y jugaré de manera distinta desde el punto de vista táctico dependiendo de contra quien me toque”.